Tanto el lugar en el que los caballos comen como donde se almacena la comida deben contar con contenedores seguros y a prueba de roedores. Además, deben ser lugares frescos y resguardados del sol, pues el calor secaría la comida y reduciría la potencia de las vitaminas y los minerales que contiene, especialmente si un saco permanece abierto durante algún tiempo. Huelga decir que asimismo siempre debe almacenarse en un lugar seco, pues si se moja se estropea rápidamente.
Para empezar a tener relación con el mundo de los equinos, es importante empezar con uno que sea dócil y ya esté acostumbrado a ser montado.