La inmensa mayoría de las consultas realizadas al veterinario en relación con nuestros caballos (se calcula que hasta un 80%) se refieren al cuidado de sus patas. Y no es de extrañar; el caballo es un animal de un volumen importante y gran peso, que reparte entre cuatro delgadas extremidades que finalizan en pequeños pies. A pesar de esto es capaz de correr a gran velocidad cargando con un jinete o bien realizar trabajos que le suponen un serio esfuerzo físico.